Dos pantallas de 55 pulgadas con tecnología OLED han sido las protagonistas. La primera, transparente, ofrece unos parámetros de calidad muy elevados, gracias a su apariencia futurista equivalente a mirar una imagen a través de un cristal. La segunda es algo menos transparente, pero un espejo integrado brinda a este modelo la capacidad de reflejar y emitir imágenes.
La tecnología RealSense de Intel está muy presente en ambos prototipos. Su aplicación en la «televisión espejo» podría revolucionar el campo del reconocimiento facial y corporal. Esta experiencia virtual capta la profundidad y podría ser de gran utilidad para tareas cotidianas como probarse una prenda o interactuar con otros productos.
El beneficio de RealSense en el «panel transparente» reside en el aumento de la definición y la rebaja del tiempo de respuesta. Un avance que Samsung espera rentabilizar en un mercado donde el frenetismo por la innovación no cesa.