“Por fuera soy un ornitorrinco. Mi aspecto es como yo quiero que sea. Por dentro, en cambio, me siento más como un pájaro. Estos son mis almas de animales”, señaló.
Y es que Bolotov, logró hacer realidad su sueño, respecto de alterar su rostro, hasta asimilarse al del animal. No obstante, tuvo que armarse de paciencia debido a que fueron siete años de intervenciones médicas, según él mismo ha contado, desde niño, a programas de televisión rusos.
Asimismo, tiene dilatados ambos labios y eliminó parte del tabique nasal para introducir un aro de plástico que corrige la forma de su nariz. Esto le permitió alcanzar la fama en la televisión rusa y sus fotografías han sido todo un éxito en las redes sociales. Incluso participó de la semana de la moda en Moscú.
Cabe señalar que en cuanto a su alimentación y al momento de hablar, Jenya, lo puede hacer con absoluta normalidad, según afirmó.